lunes, 10 de noviembre de 2014



ENTREVISTA A FCO. JESUS FLORES MATUTE


Fco. Jesús Flores Matute nacio en Málaga en 1.990 y estudio en el conservatorio superior de música de Málaga, licenciado en composición y teoría musical.

Cofrade de Dolores del Puente, Misericordia, Carmen Coronada y Remedios, le agradezco su amabilidad e interés en conceder esta entrevista.


Pregunta.  Por su condición de cofrade ¿Podríamos decir que es por ello por lo que le interesa la música procesional o fue a raíz del gusto por este tipo de música el hecho por el que se acerco al mundo cofrade?

Respuesta. Si tuviera que elegir entre las dos opciones propuestas sería, francamente, por mi anterior condición de cofrade, pero, verdaderamente mi acercamiento a la música procesional fue por puro interés musical. Es decir, me interesaba cualquier tipo de género musical adscrito a la música, llamémosle “culta” (donde, obviamente, la música procesional tiene su merecido hueco) y este interés fue el que me acercó a empezar a valorar y escuchar la música procesional. Luego, por convicción profunda de mi religiosidad vino lo siguiente, que es escribir una marcha.
Ciertamente ambos aspectos fueron importantes para lanzarme en la composición de este género musical tan “nuestro” y por lo mismo, podría decir que mi condición de músico y de cofrade me acercaron al género por igual, sin sobreponerse ninguna facción por encima de la otra.

P. Su primera marcha estrenada para banda de música estaba dedicada a la Virgen del Carmen Coronada. ¿Como surgió el hacerla?

P. La devoción a la Virgen del Carmen era algo muy presente en mi casa, en mi familia y ambiente. Precisamente, y como ya he señalado anteriormente, la conjunción de mi faceta como músico (aún en ciernes y preparación) y la de católico y cofrade no tuvo más remedio que desembocar en la escritura de una marcha, y esta estuvo planteada prácticamente en su totalidad muchos años antes de su posterior escritura (en 2007). La razón de ello fue el querer que una marcha dedicada a la que es “mi” Virgen fuera lo mejor que hubiera salido de mí en esos momentos. Para ello, analicé mucha música, no necesariamente procesional, leí tratados de instrumentación, teniendo como el de cabecera el del compositor Juan Vicente Mas Quiles y pregunté todo lo necesario sobre armonía a mis profesores en el conservatorio. Y todo esto meditado y estudiado durante años hasta que me ví capacitado como para escribir una marcha lo suficientemente decente para ser tenida en cuenta.
Por otro lado, intenté huir con esta marcha de la vulgaridad, el efectismo y la alegría que se le presupone, a veces muy equivocadamente, a una imagen como la Virgen del Carmen del Perchel.
Con “Ntra. Sra. del Carmen” intenté llevar a gala lo que para mí siempre ha sido la Patrona del Perchel: elegancia, sencillez, acercamiento, intimismo, y sobre todas las cosas, su relación como intercesora del Purgatorio. Por eso mismo, mi marcha no hacía referencia, ni lo buscaba ni lo quería, a la faceta de la susodicha imagen como Patrona de los Marineros, falsamente confundida con la alegría desbordada y simplona. La Virgen del Carmen es muchísimo más que eso, y eso fue lo que pretendí con mi marcha, que más acertado o no con dicha cuestión, fue la motivación de la misma y es lo que explica que la marcha sea como es a todos los niveles, incluidos los instrumentales (ya que su instrumentación, intimista, fue deliberadamente buscada).

P. A la hora de componer una marcha, ¿Cuál es el elemento esencial en el cual se inspira?

P. Aunque suene utópico, el elemento esencial en el cual reflejo mis sentimientos en la escritura de una marcha procesional es la imagen a la cual va dedicada, por encima de todas las veleidades superfluas que la acompañan. No digo con esto que no me fije también en el carácter de una hermandad, en su estética, estilo y personalidad, en su forma de procesionar y de sentir la religiosidad. Algo haría mal si no pienso que la marcha procesional no deja de ser una música con una función práctica. Pero mis convicciones sobre este género me impelen a imponer sobre toda cuestión que la marcha procesional  fue, es y será una música de fuertes connotaciones religiosas y cristianas. Y esto mismo hace que, cuando escribo una marcha, esta vaya dirigida expresamente a la imagen, y como tal, todo lo que vuelco en la misma no es más que los sentimientos y sensaciones que la imagen me transmite.
Siempre tendré a gala el defender que la música procesional es una ofrenda a Dios y a su Madre, y con ellos, a los santos también, no al portador o costalero, al penitente o capataz, ni ninguna otra persona que sobre la Tierra camine. La Música es un regalo divino y como tal a Él sólo puede dirigirse, por encima de todas las cosas y al margen de sus propósitos más prácticos.
Es por esto mismo que soy defensor a ultranza de la interpretación de toda marcha procesional tras la imagen a la cual va dedicada al menos una vez en la vida, sea de la más exquisita o burda calidad, pues, como ya he dejado claro, la marcha procesional es, ante todo y todos, una ofrenda a Dios y su Madre. Al menos, así lo veo yo.

P. ¿Crees que un compositor debe dejarse influir por el estilo que la cofradía quiera dar musicalmente a la misma?

R. Sí y no. Me explico: el compositor de música procesional tiene que tener en cuenta el carácter que la Hermandad ha tenido a lo largo de toda su historia reciente, a fin de realizar una obra que no solo refleje o dirija a la imagen a la cual va dedicada, si no que también, de alguna forma, acomode el procesionar de esta en la calle y sea un aporte más en la personalidad de una hermandad cualesquiera.
Sin embargo, no es menos cierto que la Historia ha tenido a bien cambiar a lo largo del tiempo los caracteres más primigenios de toda hermandad y, por tanto, lo que en el pasado, musicalmente hablando, era un reflejo de la hermandad en la calle, actualmente, ya no lo es. Por eso, escriba como escriba el compositor, este no debe dejarse influir por la personalidad más próxima de una hermandad y sí, más bien, por la imagen a la cual está escribiendo su musical ofrenda. Tarde o temprano, lo que era considerado idóneo a una determinada hermandad por su estilo, podría cambiar.
¿Qué hacemos entonces, con ese patrimonio musical “obsoleto”  en tanto en cuanto no representan en la actualidad el carácter contemporáneo de una hermandad?. La respuesta es bien sencilla: interpretarlo. ¿Por qué?, Por dos razones: la primera, como ya dije, por que la marcha procesional es una ofrenda indisoluble a la imagen a la cual va dedicada, sea cual sea su estilo, dentro de unos lógicos márgenes.
La segunda por que toda hermandad tendrá hueco, sin excusas, para interpretar esas marchas en una parte de su extenso recorrido procesional. Lo que se interprete no dejará de ser propio ni personal por mucho carácter cambiado que tenga con respecto a los estilemas estéticos actuales de una determinada hermandad.

P. En muchas ocasiones hay marchas procesionales que incluso estando dedicadas a la propia hermandad se decide que no se toque por decisión de mayordomos de tronos que, en teoría, no entienden de música pero sí de cómo llevar un trono. ¿Que opinión le merecen estas situaciones? ¿Como podria conjugarse el que una marcha pueda ser llevadera para el portador y a la vez pueda tener el autor libertad compositiva?

P. Claramente lo digo: me parece deleznable y contraproducente que una persona que no tiene ni idea de música, a veces, directamente, ni gusto, defenestre una marcha dedicada a la imagen titular de su hermandad solamente por que no le gusta o no la entiende. Me parece mal, en primer lugar por que, como dije, pienso que la marcha procesional es, ante todo, una obra religiosa dedicada a Dios y su Madre (y no a los portadores, capataces o mayordomos) y que, por lo tanto, es una obra que va al margen de gustos de nadie, por que es un ofrenda a la divinidad y no al Hombre.
En segundo lugar, me esquilma el que personas con nula idea sobre música veten y manejen a su antojo un trabajo previamente establecido por personas o entidades, como las bandas, que, desde luego, tienen mayor conocimiento y gusto sobre este respecto. Lo mismo que a mi no se me ocurriría en la vida meterme con el trabajo de estas personas, precisamente por que no entiendo, no comprendo como algunas de estas no tienen la deferencia de hacer lo mismo. Y, ojo, no digo que estas personas no opinen sobre el repertorio: pueden y deben opinar a fin de alcanzar un consenso mutuo que favorezca a todos, pero nunca imponiendo, y mucho menos vetando, no solo obras ajenas a la hermandad, si no obras propias de la misma (que es peor), al anteponer su gusto personal al bien general, que es la excelencia cualitativa en el discurrir músico-procesional del trono/paso.
Los portadores, capataces y mayordomos únicamente deben encomendarse a la misión para la que han sido elegidos, esto es, llevar a buen término un trono en la calle, y nada más. Y no me valdrán nunca las excusas del tipo “con música alegre se levanta un trono” o “es que X marcha ayuda a sobrellevar el peso” por que eso es una falacia monumental. Los Tronos no los lleva la Música, esta solo marca el paso para una correcta alineación rítmica del mismo. El trono lo llevan los portadores, capataces y mayordomos con su propia fuerza física y si el trono se viene abajo no es culpa de la música interpretada, es culpa de estos que no están realizando bien su trabajo, o más llanamente “no están hincando el hombro”.
Para que un trono sea llevado correctamente basta solo con el profundo amor y devoción de los portadores para con sus titulares, así como por otras técnicas, como han demostrado hermandades como Nueva Esperanza o la Cena.
Lo peor es que, cuando la hermandad, con excelente criterio, antepone su estética a la que desea imponer el portador/capataz/mayordomo a veces, estos, amenazan con no volver. Si fuera así el caso, ¿olvidan estas personas que su esfuerzo físico es una penitencia y no un juego?, ¿qué lo que portan es, supuestamente, por devoción y no únicamente por gusto?.
Poco quieren a sus titulares aquellas personas que, por puro egoísmo, anteponen su gusto a la devoción y la penitencia.
Así que te respondo a la última pregunta: lo necesario para que una marcha sea llevadera para un portador es que se encuentre escrita en compás binario y no ternario. Ni más, ni menos. El resto son excusas para imponer un gusto ajeno al criterio de la hermandad y los que entienden en la susodicha cuestión musical.

P. ¿Valora Málaga la música cofrade en general? 

R. En líneas generales no, pero como todo, depende de muchos factores. En general, me atrevería a decir que está mejor valorada, o al menos tiene mayor aceptación, la música para cornetas y tambores, así como para agrupaciones musicales, aunque este tipo de formaciones musicales han tenido muchos problemas por parte de la sociedad poco familiarizada con el mundo cofrade, al contrario que las bandas de música, algo mejor valoradas.

P. ¿Cuántas marchas tiens escritas?

R. Una barbaridad!! (risas…). No, en serio, tengo varias marchas escritas, muchas de ellas muy desconocidas por que aún no han sido estrenadas. Tengo marchas en Antequera (“Tu Misericordia es mi Consuelo” o “Aniversario en los Estudiantes”), Benalmádena (“Madre y Señora de la Cruz” así como el “Himno a la Virgen de la Cruz”), Córdoba (“Regina Decor Carmeli” y “Esperanza y Dulzura”), Sevilla (“Macarena, Emperatriz del Mundo”) y Málaga, donde tengo escritas marchas (sin contar las ya estrenadas: al Carmen, Merced, Remedios…), aún inéditas, para los titulares de mis hermandades (“Domine Misericordiae”, “Madre del Gran Poder” o “Stmo. Cristo del Perdón”), así como para otras hermandades (“Trinidad Coronada”, “Rosae Caeli” o “Madre del Carmen Doloroso”).
De toda esta producción, casi todas las marchas dedicadas a los titulares de hermandades de fuera de Málaga han sido estrenadas y se tocan tras las imágenes. De las de Málaga, solo se han estrenado e interpretado, tras las imágenes a las cuales van dedicadas u otras “Ntra. Sra. del Carmen”, “Para Ti, Merced” y “Los Remedios”.
Espero escuchar, más pronto que tarde, alguna de las marchas escritas para titulares malagueños (risas…). Me hace especial ilusión escuchar mi marcha a la Trinidad, a Zamarrilla y la de mis titulares.


P. De las marchas para banda de música que ha escrito, ¿Cual cree que es la que mayor aceptación ha tenido en Málaga?

R. Desgraciadamente, creo que ninguna. En todo caso, y aún es muy pronto para asegurarlo, me atrevería a decir que ha sido mi última marcha estrenada “Los Remedios”, dedicada a la Patrona de la parroquial de los Santos Mártires Ciriaco y Paula, la que más acogida ha tenido, al menos en la hermandad por lo que sé y parte del público cofrade. Del resto de mi producción no puedo decir, aún, lo mismo, y en todo caso, salvaría marchas como “Para Ti, Merced” por el entusiasmo que han mostrado en la misma bandas como Las Flores de Málaga (a la que, desde aquí, agradezco su difusión y cariño para con la susodicha).

P. En Córdoba la marcha que escribió para la cofradía de la Esperanza ha tenido muy buena aceptación ¿Que nos cuenta de ella? 

R. “Esperanza y Dulzura”, que así se denomina la marcha, se encuentra dedicada a la popular Virgen de la Esperanza de Córdoba, así como a la B.M. de la Esperanza, perteneciente a la susodicha hermandad, en el X aniversario de su creación.
Particularmente, es una marcha de la que estoy muy contento y donde quise expresar la dicotomía entre la advocación de la imagen (la esperanza) y la fisonomía de la misma (la dulzura). Para lo cual, la forma elegida en la marcha es la bitemática, siendo la primera sección de carácter eminentemente nacionalista y la segunda, en contraste, un motete polifónico a cinco voces de contrapunto. Voces en contrapunto, que, en su versión con coro (ya que se realizó en dos versiones: procesional y de concierto) aumenta a ocho voces totalmente distintas entre sí al añadírsele la parte vocal. Se trata pues, de una obra compleja que la, muy querida por mí, banda de la Esperanza de Córdoba estrenó e interpretó, así como grabó en su primer disco, de una manera soberbia y excepcional. Sin duda, siempre estaré muy contento y agradecido con el trabajo que la susodicha banda realizó no solo con esta marcha, si no con otras de mi autoría. No en vano, me considero “muy de ellos” y dicha banda es como si fuera de mi familia. Es donde he conocido a grandes amigos como los hermanos León Ramírez, entre ellos su director, a Rafael Wals o a Alfonso Lozano, Rafael González, etc. En definitiva, toda la banda.
Por cierto que la misma interpreta “Esperanza y Dulzura” tras la imagen a la que va dedicada. Este año “ha tocado” en las proximidades de la calle San Zoilo, ya de vuelta.

P. ¿Le gustaría seguir componiendo para ciudades como Córdoba o Sevilla, donde esta cuaresma se estrenó una marcha tuya para la Esperanza Macarena?

R. Por supuesto!!. Me encantaría componer para cualquier ciudad o población del Mundo si pudiera… Para mí, siempre será un inmenso honor el escribir para cualquier imagen o agrupación musical o lo que se tercie (Risas…), ya que eso significaría que en alguna parte es apreciada mi música y mi forma de entenderla, y no hay mayor honor que eso.

P. También en cuaresma se interpetó, por primera vez en concierto, tu marcha “Para Ti, Merced“.  ¿Como surge esta marcha y su posterior estreno en concierto?

R. Esta marcha fue encargo de un hermano de la corporación victoriana de la Humildad, realizado en 2010, al querer regalarle a la Virgen una marcha, ya que sólo tenía dedicada la que Artola le escribió en su momento. Es una marcha sencilla y clásica, quizás de las más clásicas que he compuesto, y me es especialmente agradable de entre mi producción cofrade: es de las marchas a la que más cariño tengo, quizás por que va dedicada a una imagen a la que le tengo mucho aprecio y devoción.
Se estrenó en la calle en 2011, concretamente a la entrada de la Virgen en calle Larios, por parte de la banda de “Los Moraos” de Almogía, que por cierto, hizo un buen trabajo del que quedé muy satisfecho. Sólo se interpretó aquella vez y no se volvió a tocar tras la imagen. Sumándole el hecho de que tampoco había grabaciones de la misma, esto hizo que “Para Ti, Merced” fuera muy desconocida.
Afortunadamente, la Banda de Música “Las Flores” la reestrenó esta pasada cuaresma gracias a la gestión de este portal que aquí me entrevista ahora y la ha interpretado en las procesiones de la Virgen de los Desamparados y la Virgen de las Angustias de Málaga, incluyéndola, incluso, entre su repertorio fijo. A propósito de esto, vuelvo a reiterar mi más profundo agradecimiento a quienes hicieron posible que “Para Ti, Merced” volviera a sonar.

P. La Málaga cofrade esperaba con interés la primera salida en procesión de la Virgen de los Remedios, con estreno, además, de una marcha suya dedicada a Ella. ¿Que nos  podría contar sobre esta marcha?

R. Anecdóticamente fue encargada bajo el auspicio del Cristo de los Milagros de Zamarrilla durante su procesión extraordinaria. Ese día fue sugerida y planteada y empecé a ponerme “manos a la obra” con la misma. Primeramente, y como hago con toda marcha que escribo, puse una foto de la Virgen de los Remedios en mi escritorio, para que me inspirara todo lo que tuviera que venir. Luego medité varias ideas musicales en el piano hasta que, tras varias semanas, elegí la idea que, a mi parecer, más se acercaba a lo que es la Virgen de los Remedios (para mí, vuelvo a repetir).
Posteriormente medité, de igual manera, la forma final que tendría la marcha y una vez elegida me puse a escribir la marcha. Ciertamente, a partir de aquí, fue una escritura frenética, casi un no parar: me tiraba muchas noches en vela escribiendo (cuando la inspiración viene, mejor no cortarla con el sueño).
Cuando terminaba una parte, dejaba un tiempo de descanso para meditar, escuchar y reescuchar, una y otra vez, la parte realizada, para ver si me convencía y cuando así era seguía escribiendo. Al final, en poco menos de dos semanas terminé la marcha en Julio, creo recordar que en la vigilia del día del Carmen.
Es una marcha descriptiva que quiere transmitir la alegría elegante y solemne de la imagen y personalmente estoy muy satisfecho con la misma. No en vano, y como yo digo, la Virgen de los Remedios tenía que recibir de mi parte lo mejor que hubiera hecho, pues es una de mis grandes devociones (risas…)
La estrenó la Unión Musical “Eloy García” de una manera sobresaliente, con una interpretación exquisita y un trabajo enorme, por lo que estoy, no solo muy agradecido, si no también muy feliz de que fueran ellos quienes estrenaran esta marcha.
Si tuvo éxito, solo Ella y Dios dirán, así como el público, pero recibo buenas vibraciones de esta marcha. A ver que tal…


P. Uno de los géneros musicales en los que más has compuesto es la de Música de Capilla. ¿Sientes algo especial o distinto al componer en este género?

R. La Música de Capilla es la vertiente más espiritual e íntima de la música procesional y, como ya habrás podido comprobar por convicciones e ideales propios acerca de lo que la música procesional es para mí, ¿qué mejor música para acercarse a Dios que la de capilla?. Con esta, la practicidad que se le presupone a la marcha desaparece prácticamente y sólo queda la pureza más extrema de la Música al servicio de Dios. La Música de Capilla es una oración, una ofrenda inmaculada de prejuicios y, por lo tanto, es el vehículo más libre que existe en este género para expresar tus ideas para con Dios.
Sin embargo, esto, que pudiera ser tan evidente, no es totalmente entendido por el público o, incluso, por algunos compositores, y al final, se quedan con el cliché y el tópico: importa más la estética que el mensaje. Lo difícil precisamente de la Música de capilla no es su complejidad técnica, que la tiene, más de lo que se pudiera pensar, si no la abstracción que el autor y el público deben realizar a fin de alcanzar la verdadera meta para la que son concebidas este tipo de obra: la meditación y el abandono total en la oración.

P. ¿Es la asignatura pendiente de la Málaga cofrade el valorar y darle su lugar a la capilla musical?

R. Por supuesto. Málaga, como en otras ciudades andaluzas, incluida la capital, aún no sabe apreciar la Música de capilla por que la gente no está preparada para lo que esta tiene que decir, esto es, la abstracción pura del individuo hacia Dios. La complejidad metafísica de esta música ahuyenta al público en general que suele preferir música más mundana, sencilla y “entendible”. Pero esto no es culpa del individuo, si no más bien de la sociedad en la que vive, con otra forma de pensar y sentir. La sociedad moderna hace tiempo que dejó el espacio propio a favor del más puro y vanal entretenimiento. En el pasado esto no era así, al menos no a los niveles actuales, y Málaga, como medio mundo católico, tuvo un inmenso patrimonio musical sacro que se ha perdido.
Siempre he intentado luchar por este género, para que Málaga y sus hermandades vuelvan a poseer entre su patrimonio musical piezas sacras y de capilla, como antaño era costumbre. Me choca comprobar como devociones tan arraigadas e importantes en la ciudad no se han encargado aún de tener algún tipo de música sacra dedicada para sus cultos, como sí era habitual en el pasado y aún lo es en ciudades como Sevilla, afortunadamente para ellos.

P. ¿Cuántas piezas de capilla ha compuesto? ¿Cuáles nos destacarías?

R. He compuesto casi 40 obras de música sacra y de capilla, entre piezas, motetes, misas completas de diversa instrumentación, stabat mater, etc. Creo, si no estoy equivocado, que soy el autor que más música ha escrito para las hermandades malagueñas en este género musical. Al menos, es el tipo de música a la que más esfuerzos he dedicado por mi parte, siendo el género más numeroso dentro de mi producción compositiva.
Entre las piezas destacables en este género, dentro de mi producción, resaltaría “Señor de la Redención” y la obra “Redemptor Hominis”. Igualmente las piezas “Ntra. Sra. del Carmen Doloroso” y “Madre de los Desamparados”, así como las obras “Plegarias a Ntra. Sra. de los Desamparados”, “Tríptico de Zamarrilla”, “Coplas a la Esclavitud Dolorosa” y “Saetillas al Dulce Nazareno”.
Por otro lado, entre la música sacra, destaco sobre todo mi “Misa Brevis a Ntro. Padre Jesús de la Misericordia”, para orquesta sinfónica y coral y dedicada al “Chiquito” en el 150 aniversario de la fundación de su hermandad. Ya en un nivel algo menor (por lógica extensión e instrumentación), los motetes “Oración al Cristo del Perdón” y “Plegaria a Ntra. Sra. de la Esclavitud Dolorosa”.


P. ¿Concibiría la existencia de marchas procesionales sólo para interpretarlas en conciertos y no en la calle?

R. No. Si la obra musical cumple con las características básicas que toda marcha procesional debería tener, la cual es algo tan simple como un compás binario que se adapte al ritmo del andar y poco más, debería interpretarse tras el trono o paso.
Obviamente, existirán marchas más complejas que no todas las bandas podrán interpretar, pero, como yo digo: todo se consigue con esfuerzo y estudio.

P. ¿Hasta que punto es oportuno innovar en la música procesional?

R. Todo lo necesario que considere el autor, mientras no sobrepase ciertos límites lógicos e inherentes a lo que debiera ser una marcha procesional en cuanto a forma, tempo o tono. Estéticamente, no se deberían poner “vallas al campo” por parte del público, aunque es evidente que una innovación excesiva no será comprendida, ni autorizada incluso.
Yo creo que mientras la música no sobrepase los límites de la tonalidad, que tan aceptada está por el público, no tendría que haber problemas.
La innovación siempre es necesaria y agradecida para avanzar y no quedarse estancando en lo mismo de siempre. Si los Font y más aún, López Farfán, no hubieran innovado, seguiríamos escuchando marchas fúnebres románticas, por ser lo aceptado socialmente.
Yo creo que toda música es válida para interpretarse tras un trono mientras tenga un mínimo de calidad

P. No sólo compone música cofrade si no que también ha escrito otros géneros musicales. ¿Es su intención seguir escribiendo este tipo de música?

R. Por supuesto!!. No soy un compositor cofrade, soy compositor, a secas, y eso implica, obviamente, componer de todo. Ciertamente mi producción musical más conocida es la cofrade, pero siempre me ha interesado el escribir todo tipo de música dentro del campo de la música “culta” (por que el término “clásico” es inadecuado). Tengo obras solistas escritas para piano (sonatas, una suite y obras sueltas), violín o saxofón, así como obras corales de diverso tipo. Igualmente tengo escrita mucha música de cámara, como un cuarteto de cuerda de cinco movimientos, un quinteto de viento-metal, canciones para soprano con acompañamiento de piano u obras escritas para ensembles (agrupaciones más o menos grandes de instrumentos de diversa procedencia y familia) de varios movimientos. También tengo escrita una sinfonía, titulada “Selene”, para orquesta sinfónica de gran tamaño, un díptico para banda de música contemporáneo, una obra para violín y electroacústica en vivo (música contemporánea) o varias misas, una de ellas para orquesta sinfónica y coro, dedicada a mi Señor de la Misericordia por el 150 aniversario de la fundación de su hermandad.
Por último, terminé de escribir hace poco un pasodoble taurino para banda de música y una suite para orquesta sinfónica de cámara en siete movimientos, entregada hace poco a la hermandad de los Dolores del Puente, pues a Ella va dedicada.
En definitiva, que no dejo de escribir música para todo tipo de agrupaciones musicales y de todo género (risas…)
El problema de este tipo de música es que es muy complicado que llegue al gran público, pues es un tipo de música más “intelectual”. Si a eso le sumamos que mucha de ella está escrita en lenguajes algo más “contemporáneos” a lo habitual, pues se hace algo inaccesible para este. También es más difícil de estrenar, pero eso ya es otro cantar…

P. Por último, ¿algún proyecto cofrade-musical próximo?

R. Sí. Ando componiendo una marcha dedicada a una imagen de Málaga, de la que aún no puedo decir nada más, y tengo pendiente otra marcha dedicada a una imagen de fuera de nuestras fronteras nacionales, aunque esta última con tiempo.
También terminé una misa para coro a capella hace poco dedicada a una imagen de gloria de la ciudad y cuyas partituras se entregarán en fechas próximas.
No me queda más que emplazaros, si me lo permitís, a mi blog, en el cual encontraréis audios y descripciones de las obras, hasta este momento, subidas al mismo. La dirección del mismo es: fjfloresmatute.blogspot.com

Sin más, agradeceros enormemente vuestra atención e interés hacia mi persona, así como vuestra labor para con la música procesional de la ciudad.

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